ART FAIR MALAGA
La Feria Internacional de Arte de Málaga 2017, que se realiza anualmente en la costeña ciudad española, tuvo a tres de nuestros artistas participando de la muestra: Horacio Fernández, Francisco Mery y Rodrigo Nevsky.
Espacio y color en los trabajos recientes de Horacio Fernández, Francisco Mery y Rodrigo Nevsky
Un cúmulo de gestos y trazos certeros parecieran ser el santo y seña en la pintura de Horacio Fernández, donde la mancha va convirtiendo el gesto sobre el lienzo en un esbozo caligráfico, el cual después de una atenta observación, se convierte en un juego de tramas. Donde para sorpresa del espectador, ellas están cargada de materia, precisamente porque la superficie en donde esos gestos se han depositado, no son otra cosa que mallas de alambre, las que haciendo de grilla, permiten un juego de esfumados y transparencias dignas de una pintura que se debate entre el relieve escultórico y el informalismo pictórico del soporte.
Las obras de Fernández reclaman el espacio como el natural juego de un pintor que se siente a sus anchas ocupando la tela como la base de lanzamiento para formas tramadas, las que desde su fragilidad, parecieran desafiar las leyes de la gravedad y al mismo tiempo, las leyes del color en el espacio. Algo que se agradece porque en su pintura habita el espíritu inquieto de un artista intuitivo en sus modos de comprender y acceder al espacio de la pintura.
Un espacio diferente demandan las pinturas figurativas de corte realista, de Francisco Mery, lienzos en donde lo reconocible es puesto a prueba, precisamente porque el pintor se da el tiempo en ir cubriendo el modelo que supuestamente ha pintado bajo la envoltura que lo oculta. En las pinturas de Mery, la razón y la medida son los elementos detonadores de una imagen que rinde tributo a los grandes momentos de la pintura universal, reflejada en los retratos de los pintores que en la Europa del siglo XIX cimentaron las bases de lo que hoy denominamos arte contemporáneo.
Mas el arte de Mery no se queda en el gesto elocuente de rendir tributo a la figura de Van Gogh por ejemplo, muy por el contrario, en sus cuidados trabajos es posible advertir el oficio de un pintor de caballete, en donde el dibujo va trazando la mano paciente de una pincelada sin huella. Para de este modo, dar cuenta de una textura o color respecto a de que están hechas las empaquetaduras que envuelven al retratado.
Uno de los elementos que resalta en la obra de Rodrigo Nevsky, es el carácter gestual y expresivo de sus pinturas, los que retratan la vida de los planetas y galaxias lejanas que pueblan el universo. En ellas el color está al servicio de una mancha acuosa, la que luego de un juego de capas transparentes comparece ante la mirada del espectador, no precisamente por su acumulación, sino más bien por un paciente proceso de capas sobre capas, las que luego son borradas mediante lijado, para de este modo hallar las luces y formas del fenómeno planetario a retratar, o la galaxia a dibujar.
La actual investigación de Nevsky estaría amarrada a la encrucijada de la pintura gestual europea de los años sesenta y los nuevos bríos del acometer francés de la década siguiente, cuando un grupo de artistas se preguntaron por la relación existente entre el soporte y la superficie para construir la idea pictórica. Sin ser por lo tanto una cuestión mental, la actual mirada de Rodrigo Nevsky se basa en una constante necesidad por equilibrar el cromatismo en su pintura, lo que encamina su trabajo hacia una propuesta reflexiva del gesto y la mancha.
Carlos Navarrete